Una movida de inclusión que se replica en el país
El equipo de rugby denominado Los Espartanos, originado en la Unidad Penal N° 48 de la localidad bonaerense de San Martín, nació a partir del trabajo de Eduardo “Coco” Oderigo, un exjugador y abogado penalista que trabajó durante 15 años en el Poder Judicial, pero la vida le dio un vuelco cuando un amigo le pidió visitar una cárcel, solo por el hecho de poder conocer cómo era la situación por dentro.
La iniciativa, que con el paso de los años se convirtió en una fundación que lleva el mismo nombre, busca “bajar la tasa de reincidencia delictiva promoviendo la integración, socialización y acompañamiento de personas privadas de su libertad”, y hoy cuenta con más de 3.000 jugadores en 65 cárceles, divididas en 21 provincias del país.
“Yo trabajé en el Poder Judicial durante 15 años, metíamos presa a la gente que secuestraba personas, vendía droga y demás, ese era nuestro laburo. Después empecé a ejercer la profesión de abogado y no tuve más contacto con personas detenidas. Jugaba al rugby en el San Isidro Club y un amigo, al que le gustaban las historias policiales, un día vino con la idea de que quería ir a una cárcel. Insistió tanto que fuimos para poder sacármelo de encima, y lo que vimos ahí eran muchas personas sin hacer nada que nos miraban feo. Esa es la gente que sale peor de lo que entró, por eso se me ocurrió hacer algo. A mí el rugby me hizo muy bien, así que volví otro día, solo, a decirle al director que quería enseñarles a jugar a los presos”, contó Oderiego sobre cómo nació la idea de utilizar el rugby para reinsertarse socialmente.
La movida se replicó en La Pampa, Jujuy, Salta, Tucumán, Mendoza, hoy hay 58 cárceles en 21 provincias de Argentina donde se juega al rugby, hombres y mujeres. También en otros países, como Uruguay, Chile, Colombia, El Salvador, España, Italia y Kenia. En 2014, además, Los Espartanos jugaron el preliminar de Los Pumas contra los All Blacks, en el estadio Único de La Plata, contra jueces y fiscales.
En Salta, Los Infernales, el equipo de la cárcel de Villa Las Rosas, ya ha jugado contra clubes como Universitario, Jockey, Gimnasia, y otros. Algunos juegos fueron en la cárcel y otros en el Martearena.
Con cancha propia
Varios referentes del rugby salteño se sumaron a la Fundación Espartanos. El referente en Salta es Raimundo Sosa, exjugador de Universitario RC y del seleccionado salteño. Otro que también trabajó junto a los privados de libertad fue Marcelo Córdova, actual secretario de Deportes de Salta y exvocal de la Unión Argentina de Rugby.
Gracias al trabajo de la Fundación Espartanos la Unidad Carcelaria de Villa Las Rosas inauguró el año pasado su cancha. El terreno de juego tiene una dimensión de 70 metros de largo por 30 metros de ancho, cuenta con panes de césped deportivo, tanques cisternas y sistema de riego por aspersión.
En la construcción de la obra que llevó aproximadamente seis meses participaron internos, personal penitenciario, entre otros.